Thursday, November 21, 2019

Un cuerpo


        Un pulgar no puede ver y un ojo no puede sujetar. Un brazo es fuerte, sin embargo, una pierna lo es más ya que debe soportar a todo el cuerpo. Si pierdes un ojo se reduce grandemente tu campo visual y sin un pulgar es casi imposible sujetar las cosas. Cuando pierdes una de las partes, tu cuerpo queda limitado.    Por otra parte, pensamos que un dedo pequeño de un pie no es importante hasta que nos golpeamos con la esquina de un mueble y recordamos que está ahí por alguna razón.

Lo mismo sucede con el Cuerpo de Cristo que es la iglesia. Cada una de sus partes son igual de importantes. Sin embargo, cada una tiene diferentes funciones. Una parte no puede sustituir a otra, mas son complementarias, necesarias y dependientes las unas de las otras.  Comparten un mismo cuerpo con distintas funciones, responsabilidades y cargas.

Todas las congregaciones y sus miembros son parte de la iglesia que es el cuerpo de Cristo y somos llamados a permanecer en unidad. Es simple, solo es necesario tener un corazón humilde como el de Jesús. Esto es posible por medio de un corazón humillado ante el Señor, el cual nos proporciona un nuevo entendimiento, una sabiduría que proviene de lo alto y nos despoja de nosotros mismos. De esta manera, somos liberados del egoísmo, la soberbia, la altivez, la autoexaltación, la competencia, envidia y la ira.

Los peores enemigos de las Iglesias están dentro de ellas, no afuera. Las discordias y la falta de amor flagelan cada parte del cuerpo de Cristo como los latigazos que recibió Jesús. Su Cuerpo es desembrando y mutilado cuando la iglesia actúa de forma separada, en competencia, discordia y critica. Esta es una de las estrategias mas sutiles y efectivas del enemigo: sembrar la división en las congregaciones e iglesias.

La unidad en el cuerpo de Cristo es el resultado de entender por medio del discernimiento del Espíritu Santo, que si actuamos como un mismo cuerpo, cerramos las puertas a las falsas doctrinas y espíritus engañadores que se roban las almas de la salvación. De esta manera, colocamos delante de cada ministerio como líder a Cristo, el Espiritu Santo como la guía y la iglesia su instrumento.

Si un ministerio tiene un recurso y otro lo que le falta para hacer la obra, solo deben unirse para complementarse y crear ese eslabón inquebrantable por medio del Espiritu Santo para llevar el evangelio y traer almas a salvación por medio de Cristo. Este debe ser el norte y objetivo principal de todo ministerio, la salvación de las almas. Seamos un solo cuerpo para ganar almas para vida eterna en Cristo.
Bendiciones.

1 COR 12:12-13 RV
12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.

13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
#15minutos
Sencillas recomendaciones para entender la Biblia.
Descarga tu Biblia en la APP Biblia Your Version
Sigueme en:
Twitter   @kikegraciaonli
Instagram   kikegarciaonline
FaceBook  Kike Garcia
kikegarciaonline@gmail.com



Monday, November 11, 2019

Perdiendo jóvenes



De acuerdo con los últimos datos demográficos de Puerto Rico, la población de mayor edad va en aumento. Eso se debe a la disminución de nacimientos y al éxodo de jóvenes acentuado por el paso del Huracán María. Sin embargo, el dato más alarmante es la muerte de jóvenes por asuntos del tráfico y consumo de drogas.

En la actualidad, las drogas sintéticas resultan cientos de veces más adictivas y destructivas, lo cual lleva a una mortandad en un periodo de tiempo más corto. Antes se podía ver un joven pidiendo dinero en semáforo por largos periodos de tiempo, ahora en solo cuestión de meses mueren por los destructivos efectos de las nuevas drogas. Puerto Rico está perdiendo jóvenes almas que son el futuro del país.

En una de las actividades que APOYEMOS impulsa en la Plaza de La Juventud de Caguas, donde se brinda apoyo a la comunidad de adictos, mes a mes se presentan casos lamentables y dolorosos de hombres y mujeres con problemas de adicción que se acercan suplicando por ayuda para liberarse de las drogas. Los casos van desde adolescentes de 14 años hasta adultos recién salidos de la cárcel con largas condenas o mujeres que se dedican a la prostitución en las calles. Hay jóvenes que pasan meses esperando por la ayuda hasta que simplemente desaparecen.

Desafortunadamente, los recursos de ese ministerio no estaban bien desarrollados y no es posible dirigirlos a algún centro de rehabilitación debido al día y el horario. La mayoría de los centros de rehabilitación, por lo regular solo trabajan los viernes hasta medio día y los fines de semana no reciben nuevos casos. Con una gran impotencia, en algunos situaciones solo es posible llevar al indigente a algún hospital en donde le suministran suero para dejarlo de nuevo en la calle unas horas más tarde. Días después es posible encontrarlo en otro semáforo pidiendo dinero para comprar droga.

Hay múltiples ministerios y organizaciones que tienen el propósito de llevar comida caliente, ropa y artículos de primera necesidad, sin embargo, no es suficiente; no cuentan con los recursos y la infraestructura para restaurar y apoyar a los adictos. De esta forma en realidad solo estamos alargando el sufrimiento y prolongando la adicción. El adicto requiere apoyo físico y espiritual para fortalecer su voluntad. La iglesia UNIDA puede ser el contacto en la calle con el adicto para llevarlo a un centro de rehabilitación y darle seguimiento y apoyo espiritual hasta que se rehabilite.

Existen millones de dólares y programas, así como toneladas de buenas intenciones. Sin embargo, es necesaria una coordinación estructurada de los apoyos. Enfrentamos un terrible e implacable enemigo llamado adicción a las drogas que está robándose las almas y aniquilando el futuro de un país.

¿Cómo podemos lograrlo? Por medio de la colaboración multisectorial y la voluntad de todos los recursos disponibles. Esto incluye desde la voluntad del adicto, el gobierno, la iglesia, y las instituciones sin fines de lucro y privadas. Solamente unidos en obra y oración es posible combatir a este implacable y destructivo enemigo roba almas. Cada iglesia, ministerio, gobierno y asociación cuentan con recursos que por separado no están logrando nada en esta guerra. En cambio, si se unen esfuerzos de forma honesta, comprometida, eficiente y coordinada podremos restaurar jóvenes y arrebatarlos de las malditas garras de la droga.

¿Como debemos comenzar? Como primer paso con un corazón humilde, que transforme nuestra mente con un nuevo entendimiento para hacer a un lado el egoísmo y el protagonismo, la autoexaltación, la soberbia, orgullo, envidia, contienda, competencia, celos y autocomplacencia por medio de “buenas acciones”, para así despojarnos de nosotros mismos y unir los recursos con los que cada uno de los sectores cuenta.

El Señor ha puesto los corazones para servir y los recursos para rescatar y restaurar a los jóvenes que caen en adicción y asegurar sus almas por medio de la salvación. Solo necesitamos tener un corazón como el de Cristo, ser sabios y buenos mayordomos para administrar los recursos como es debido.  No olvidemos que al final del camino le rendiremos cuentas a al Señor por lo que hicimos con sus recursos.

Bendiciones
Prov. 11:30 El fruto del justo es árbol de vida, y el que gana almas es sabio

APOYEMOS
apoyemospr@gmail.com
787 244 7549
787 628 9007