Lo que Nuestro Padre nos da es infinitamente mejor a todo aquello que podamos conseguir por nosotros mismos. Si aprendemos a orar clamando al Señor que obre en nuestras vidas de acuerdo con su propósito, y no a nuestros deseos, Nuestro Padre se encarga de llevarnos por el mejor camino para nuestras vidas.
Sin embargo, debemos estar atentos y orar con humildad, arrepentimiento sincero y obediencia. Dios es quien abre y cierra puertas para bendecirnos conforme a su plan. Él nos va a proveer siempre de acuerdo con nuestra capacidad, sabiduría y sobre todo nuestra fidelidad a Él. Sus bendiciones van más allá de la prosperidad económica la cual puede ser una consecuencia de acuerdo con su voluntad y como resultado de la obediencia.
No ores por que un negocio te salga bien y te hagas rico. Esa oración puede no ser escuchada. Ora por que se te muestre el camino de acuerdo con su propósito para ti, para que Él se glorifique por medio de tu trabajo y tengas la bendición y el privilegio de ser un instrumento que lleve a otros a la salvación de Cristo.
e 3:16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
Efe 3:17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
Efe 3:18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
Efe 3:19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Efe 3:17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
Efe 3:18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
Efe 3:19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
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